martes, 21 de mayo de 2013

NMO

Sólo unas líneas dedicadas al "punto de inflexión" de mi vida: la Neuro Mielitis Óptica, enfermedad autoinmune que me produjo una lesión medular a la altura de las cervicales, no afectó, hasta ahora mi capacidad motora, pero sí la sensorial, aunque no lo suficiente para impedir que pueda expresarme a través de la escritura y la pintura. He perdido la visión del ojo izquierdo y la de mi ojo derecho tiene sus variaciones pero el uso mantiene en mejores condiciones mis capacidades.
Es un desafío vivir de una manera distinta, las enfermedades autoinmunes suelen ser un grito desesperado del cuerpo reclamando atención acerca de nuestro modo de vida...
de nuestros hábitos, de esa adicción a ciertas cosas a las que nos vamos apegando día a día sin darnos cuenta y terminamos atrapadas en ellas, casi adictos: rutinas laborales, domésticas, hasta del tiempo de ocio...
Sólo después de haber reaprendido a caminar, a usar mis dedos, mis manos y mis brazos, de ver con asombro que mi mano no había perdido la habilidad de trazar una curva con gracia, y que luego de lograr sujetar ¡al fin! un lápiz, podía escribir con una letra de rasgos que ya había perdido de tanto garabatear con prisa y tanto usar el teclado... ¡firmar con claridad!... Sólo después de todo eso me voy dando cuenta de lo importante de conservar el balance entre uno mismo y el medio, claro primero uno tiene que conocerse, atreverse a indagar en los recovecos de su interior, darse cuenta que eso no es para nada egoísmo, todo lo contrario, y empezar a desenrollar líos de la telaraña en la que se encuentra atrapado.
La NMO no es una enfermedad frecuente en Latinoamérica, al menos no es frecuentemente diagnosticada, pero otras enfermedades autoinmunes u otras enfermedades que muestran un descuido de nosotros mismos sí son frecuentes, habría que pensar un poco en eso.

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