martes, 29 de julio de 2014

HISTORIA DE UNA NO-PACIENTE

He sido un ave –no cualquiera, una de alas poderosas y vuelo audaz, tal vez un águila- surcando en plenitud las alturas, el horizonte ilimitado desafiante. Súbito el golpe preciso e ineficaz¸ no el acero bruñido rasgando el pericardio, sino el pedrusco tosco quebrando la trayectoria del vuelo, tornándolo azaroso y ambiguo. En un instante estaba en ciernes y al siguiente, mi única prioridad era no tropezar.